Mejora de la ganadería caprina mediante la introducción de la cría en interior y el establecimiento de una planta de transformación de leche de cabra en el municipio de La Guázara, provincia de Barahona.

Socio de Ecoselva: Fundación Central Barahona

La Guázara está situada en la provincia de Barahona, en la República Dominicana. Se encuentra en el sur del país, estructuralmente débil, directamente en el Mar Caribe. A pesar de un entorno natural diverso, el turismo, principal motor económico del país, tarda en llegar. Aunque la situación económica ha mejorado en las últimas décadas, alrededor del 60% de la población sigue considerándose pobre. Las provincias limítrofes están entre las más pobres del país. La principal actividad económica es la agricultura, principalmente la producción de caña de azúcar de una llanura al norte de la capital provincial del mismo nombre. Aparte de eso, el paisaje hasta la costa es montañoso y la agricultura es de pequeño tamaño; la fruta y el café se cultivan a mayor altura, mientras que el clima es más seco más abajo. El pueblo está situado en las montañas a media hora de la capital de la provincia. Los suelos que rodean el pueblo son fértiles, pero están intercalados con piedras y a menudo se ven afectados por la erosión en las laderas, lo que agrava la sequía anual. El pueblo está creciendo, y los puestos de trabajo más cualificados son escasos.

El proyecto de las cabras trata de resolver estos problemas. En colaboración con Ecoselva e.V., la Fundación Central Barahona y una cooperativa de agricultores de la zona, se está intentando establecer un centro de cría de cabras lecheras y producción de leche. El objetivo a largo plazo es la producción de productos lácteos caprinos de alta calidad en una pequeña lechería y la producción de animales reproductores de alta calidad. Los productos, más caros que la leche de vaca, se venderán en Santo Domingo, la capital del país, donde hay un mercado creciente de productos alimenticios de alta calidad, como el queso. Por ejemplo, 120 g de yogur de cabra se venden por algo menos de dos euros en los supermercados de la capital. A largo plazo, los miembros de la cooperativa deberían tener la oportunidad de formarse en el ámbito de la producción y la transformación de la leche y aumentar considerablemente sus ingresos con productos lácteos de cabra, lo que beneficiaría a todo el pueblo. Las cabras son especialmente adecuadas para el lugar porque, a diferencia del ganado, no necesitan grandes zonas de pastoreo abiertas, sino que se alimentan muy bien de arbustos y otras plantas perennes, que ayudan a frenar la erosión y a regenerar el suelo. El estiércol producido es de alta calidad, como abono orgánico. También soportan mejor las condiciones de sequedad intermitente que las grandes vacas lecheras.

El proyecto está actualmente en fase de prueba. Las primeras 70 cabras lecheras llevan algo menos de un año, y la primera generación de corderos tiene una edad similar. Todos los implicados están adquiriendo experiencia sobre la mejor manera de cuidar y gestionar un rebaño de este tipo. Una de las mayores dificultades sigue siendo el suministro constante de alimentos de alta calidad adaptados a las necesidades de rendimiento de los animales. Aquí seguimos probando diferentes plantas. Actualmente, por ejemplo, se está plantando hierba de elefante para aumentar el forraje básico. Además, se están completando las infraestructuras necesarias. Por ejemplo, la pequeña fábrica y el equipo de ordeño profesional están aún en fase de finalización, y se está buscando la compra de una picadora para una preparación más eficaz del forraje. Los establos y los terrenos crecerán con el proyecto.

 

Del costurero de un voluntario: